Pilló al vecino espiándola y lo obligó a comerle el coño

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Descripción

Aquella tarde hacía tanto calor que la morena se quitó la camiseta para mojarse las tetas. Lo que no se había dado cuenta es que desde que estaba regando las plantas en el jardín, el hijo de la vecina estaba espiándola sin quitarle los ojos de encima. Cuando la morena lo descubrió, el vecino le estaba mirando las tetas fijamente. Indignada, lo obligó a entrar a la casa y le ordenó que se desnudara. Él la había visto desnuda y ahora le tocaba verlo a ella. Pero ese no sería suficiente castigo. Si no quería que le contara a la madre que andaba espiando a las vecinas, tenía que comerle el coño. La morena se sentó sobre su boca y le hizo lamerle el chocho hasta que decidió que lo mejor sería que se la follara. El vecino fue tan obediente que, como premio, al final le regaló una mamada.